Treinta y dos Palabras: Ni un mes...

Solo púdrete…

No es justo, no es justo, no es justo, no es justo.

No importa cuanto piense en él, a él nunca le importare. Y solo sacrifico mi tiempo y mis pensamientos en cosa inútiles  que no valen la pena… Y no importa cuanto llore o quiera gritar, he descubierto que no tengo a nadie con quien contar. Porque soy diferente, porque pienso demasiado, porque a nadie puedo importarle lo suficiente y nadie puede decirme lo que quiero escuchar...

Ya lo sabia, y lo sabia, y solo quiero que todo se pudra un instante, solo quiero poder hundirme tres metros bajo tierra por unos momentos y que al salir, alguien note que nada esta bien en mi, y me ayude, y me reviva como debe ser…

Pero no. Nada pasara, y solo quiero que todo se pudra… que solo se pudra...

 

 

¿Qué es lo que debería comentar primero? Sobre la imagen, sobre el título, o sobre la entrada...

Poco de cada uno.

El título se refiere a que ni siquiera ha pasado un mes y he vuelto a llorar, y esta sería como la tercera vez, si tomamos en cuenta el seudo-llanto por la decepción de mi amiga. Eso fue el viernes 25. Y ya parece que fue hace mucho tiempo...

La entrada, aunque no lo crean, trata sobre mi hermano. Porque yo no hice ciertas cosas que debía hacer por andar esperando que él llegará, y nada le importara lo que sienta o lo que piense, y eso me dirige hacia los pensamientos que antes he tenido, donde aunque vaya a la escuela después de haber llorado, nadie lo sabra.

¿Por qué? Porque yo no tendré el valor de llorar frente a ellos, ni de sufrir frente a ellos. No quiero ser tan débil frente a sus ojos. Porque la razón por la que lloró son puro drama y tonterías. Nadie lo entenderá ydirán que soy una tonta. Por favor, si hasta mis padres lo dicen.

Y la imagen, me pareció la mejor porque una parte de mí se sigue rompiendo y llorando, y la otra ni siquiera quiere sonreír ya.

 

Y así, serán todas las palabras desde hoy, pensamientos y ya. Comentarios y ya.

Y ya.