martes, 19 de febrero de 2013

Treinta y Seis Palabras: Después de mucho tiempo

Después de mucho tiempo desaparecida, he regresado.
Y que decir, si lo he hecho porque terminar un libro me ha puesto de buen humor, y leer a mi bloggera favorita también. De todos modos, no sé que contarles.

Uff, si los problemas con los amigos no se acaban, y siendo lo único que tengo, ¿junto a quién debo enfrentarlos? Eso es lo malo de no enamorarse fácilmente, que solo te queda sufrir por los amigos y no por el novio. De todos modos, lo prefiero a la actitud tan petulante que toman todos con el amor.
Digo, mi amiga bien enamorada de su novio y todo, sufre y llora por él, lo ama con todo el corazón y no puede darse por vencida con él, pero ahí jugando con "el mejor amigo" a las mordidas y no dándole más que alas al pobre. Que le hace un cartel, un flan, un regalo y le da un globo solo por el cumpleaños. ¿Y a su novio? A su novio no lo ve ni en san valentin.
Pero bueeeno.
Y otro amigo, bien que hizo su drama con otra amiga, que les duro semanas y semanas, para que pasara uno-dos días como mejor amiga de otra chica, y al día siguiente ya le haya pedido que fuera su novia. ¿La olvidó en serio o solo andan porque se llevaron bien? Porque no creo que si uno no le presto atención pese a que antes bien y hablaban de vez en cuando, de manera tan repentina y rápida ya le guste.
Y que me vienen con el chisme que un tercer amigo esta engañando a una tercera amiga, pese a que mi tercera amiga lo quiere mucho.

Y por eso he perdido la fe en las relaciones de los adolescentes. No quiero saber nada de novios a esta edad, porque aunque tenga su misma edad y sea amiga de ellos, yo quiero algo serio. Sí, aunque solo tenga quince años, quiero que anden conmigo porque en serio les guste, y que cuando les deje de gustar, me dejen en lugar de engañarme. Si se aburren, entonces lárgate. Pienso que sería más doloroso que si me engaña.

Todo esto puedo decirlo porque no tengo nada más que un amor platónico, en realidad no puedo saber como me sentiré. Digo, y tengo miedo, porque si me duele tanto las peleas con mis amigos, ¿cómo me dolerán las peleas con la persona más querida por mí?
No, no, no, no, no, no, no.
En realidad, eso da mucho miedo.

Después de mucho tiempo, he regresado con una opinión-queja. Y me marcho porque tengo clases en diez minutos. Pero me encontraba de humor para actualizar, así que mejor aprovechar, quien sabe por cuanto desaparezca esta vez.   

domingo, 3 de febrero de 2013

Treinta y Cinco Palabras: De Mal Humor.

Aburrida, hastiada, con ganas de algo más pero sin deseos verdaderos de hacerlo. Y yo solo... solo escribiré un rato para desahogarme con alguna nota guardada en mi celular, una de muchas que guardaron mi mal humor.

Perdón que no pueda hacer nada por destacarla, pero mi lenta y torpe laptop tampoco trata bien a blogger, y no puedo hacer nada más que escribir...

"Por una vez quiero ser escuchada. Quiero que mis problemas sean los que escuchen, pero en este punto de la vida, la amistad es lo de menos. No importa que tan profunda crees que sea o quieres que sea, en este punto, los problemas entre amigos son lo de menos, porque el amor está en apogeo y lo único importante es el amor.
Así que si sufro, si lloró por una amiga, es solo algo melodramático, no importa lo suficiente para ser escuchado."

 
"Dicen que los verdaderos amigos pueden saber cuando estás triste sin palabras. Esto me ha dejado claras las cosas. ¡Ni que hubiera disimulado tan bien! ¿O es que siempre soy tan apática? Lo más probable, la razón que herirá menos.
Pero no pueden siquiera distinguir entre capricho y seriedad. Ellos también me han dejado sola, sin avisarme, sin importarles.
Esta vez he cometido muchos errores: Me aleje tratando de protegerme y dejé que creyeran que me gusta estar eternamente sola, así que nadie fue en mi búsqueda; mi segundo error fue no darme cuenta del primero y confiar en ellos, creer.
Y ahora, ese dolor se aucmula con el de la tración y duele..."

viernes, 1 de febrero de 2013

Treinta y Cuatro Palabras: Acerca de mí...

Una pequeña mujer que no es adulta, y sin embargo no puede ser llamada niña. Una cabeza que no distingue lo importante de lo banal, que sueña porque tiene miedo a la realidad. Vive entre millones de personas sintiendose sola, sin el valor para estar junto a alguien pero temiendo el momento en que las lágrimas afloren en la oscuridad.
Una pequeña existencia que sueña con la grandeza, mientras desconfía de sí misma. Solo tiene confianza en sus sueños, mas no en quien los sueña.
Quiero vivir, pero tiene miedo a morir. A morir y que nadie la recuerde. Desea ser importante, pero la herida siempre está sangrando, aunque las manchas ya no se noten en su camisa carmesí. Nadie puede distinguir ya su sonisa de su llanto, y ella sola ya no puede volver a su realidad, pues tiene miedo y ahora se ha convertido en un instinto.
¿Qué quiere este pequeño ser, no deseoso de llamarse patétcico, pero consciente de que no es nada más?
Que lo notes, y que lo cuides. Que lo mires, y que lo mimes. Pero que todo eso lo hagas con honestidad.
 

 

Treinta y Tres Palabras: Enferma y Sola


Pues viendo las imágenes, no me dan ganas de dramatizar. Es solo una pequeña gripe, pero el hecho de que a nadie le importe me molesta.
Ahora me molesta mi soledad, que bonito.
Será por el día de ayer, cuando mi amiga se quejó de que Diego no era un buen amigo, porque le importaban más las clases que consolarla ella estando triste. Y yo pensando: "Bueno, el otro día yo hasta estaba llorando y tú no dijiste ni pío, el sí fue contigo y te preguntó que te pasaba, que es más de lo que hiciste tú".
Tal vez por eso es que ahora me enfada mi soledad.
Me siento sufrir y a nadie le importa, ¿entonces para que sirve el sufrimiento? Es inútil, doloroso y triste. Muy triste.
O tal vez no esté sufriendo. Digo, si sufrir es verte patético sin remedio, entonces solo una vez en mi vida he sufrido, y no lo he vuelto a ser. Bueno, no lo he vuelto a ser frente a otras personas.
Ya no confío tanto así en nadie. Estoy sola. Yo no mostraré mi lado más débil a propósito, en realidad ahora fingir estar mejor de lo que estoy, estar bien, se ha vuelto una costumbre que sale casi sin pensarlo, y tan natural que nadie se da cuenta, y eso, eso me hace sufrir. Y me hace desconfiar de la gente todavía más.
Claramente estoy enferma.
Y sola. Tan sola y desconfiada.
Solo quiero dormir, no quiero ir, pero al final, no tengo ni el valor de abandonarme y dejarme perder en el dolor, aunque sea por un día. Porque soy lo único que me queda...