viernes, 1 de febrero de 2013

Treinta y Tres Palabras: Enferma y Sola


Pues viendo las imágenes, no me dan ganas de dramatizar. Es solo una pequeña gripe, pero el hecho de que a nadie le importe me molesta.
Ahora me molesta mi soledad, que bonito.
Será por el día de ayer, cuando mi amiga se quejó de que Diego no era un buen amigo, porque le importaban más las clases que consolarla ella estando triste. Y yo pensando: "Bueno, el otro día yo hasta estaba llorando y tú no dijiste ni pío, el sí fue contigo y te preguntó que te pasaba, que es más de lo que hiciste tú".
Tal vez por eso es que ahora me enfada mi soledad.
Me siento sufrir y a nadie le importa, ¿entonces para que sirve el sufrimiento? Es inútil, doloroso y triste. Muy triste.
O tal vez no esté sufriendo. Digo, si sufrir es verte patético sin remedio, entonces solo una vez en mi vida he sufrido, y no lo he vuelto a ser. Bueno, no lo he vuelto a ser frente a otras personas.
Ya no confío tanto así en nadie. Estoy sola. Yo no mostraré mi lado más débil a propósito, en realidad ahora fingir estar mejor de lo que estoy, estar bien, se ha vuelto una costumbre que sale casi sin pensarlo, y tan natural que nadie se da cuenta, y eso, eso me hace sufrir. Y me hace desconfiar de la gente todavía más.
Claramente estoy enferma.
Y sola. Tan sola y desconfiada.
Solo quiero dormir, no quiero ir, pero al final, no tengo ni el valor de abandonarme y dejarme perder en el dolor, aunque sea por un día. Porque soy lo único que me queda...

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario