Veintiun Palabras: Los cuervos de nuestros corazones...

Los Cuervos se han posado sobre nuestros Lazos.

Ellos pesan mucho. Y pican, y pican, y las heridas llegan a nuestros corazones. Los hilos se rompen, uno a uno, las sonrisas se tuercen y las lágrimas caen en las hendiduras de nuestras heridas.

Los cuervos no se marchan. ¿Alguno lucha ya por lejarlos? Nos hemos acercado y nos han herido. Nos hemos resignado a su presencia.

Hoy se ha roto otro hilo.

 

El número veintiuno es uno de mis preferidos, ¿saben? Por que... tenía que ser esta entrada. Probablemente por ser especial.

Es doloroso. En realidad, es doloroso. Yo no quería que fuera doloroso. Y no lloraré, porque ya dije que no lloraría más por amigos.

Pero eso no quita... que era feliz.

Después de mucho tiempo, sentía cierta libertad. Pensé que podríamos ser felices todos juntos. Por lo menos, hasta que nos separaramos, no importa cuantas fueran nuestras diferencias.

No es justo... No es justo.
Quiero que todo se arregle, por favor. No dejes que nos separemos. Era feliz...

Ya dije que tenía varias cosas de que hablar. Una era el drama que está pasando en nuestro grupo de amigos. Pero no puedo hablar libremente de ello, no es mi drama. Yo solo soy una pobre expectadora, pero ¿saben? Siempre, siempre he sufrido con los personajes.

Aunque solo sea una expectadora-lectora más... A mí también me puede doler.

Y no puedo decirles nada. Yo nunca he podido hacer nada. Los problemas me rodean, pero no me tocan. Es doloroso... No poder ayudar a gente que quiero tanto... Eramos una familia, una familia muy rara, pero feliz...

Y no quiero llorar... No quiero llorar, así que por favor, dejame vernos todos juntos una vez más...